La movilidad urbana es la causante de algunos de los principales problemas en las ciudades modernas, con alcances e implicaciones de tipo social, político, medioambiental y económico.
El desarrollo urbanístico de las ciudades ha sido orientado a favorecer la circulación de los automóviles lo que ha supuesto disminución del espacio peatonal, congestión en el tráfico, altos niveles de ruido y reducción de la calidad del aire con los efectos nocivos que ello conlleva para la salud y la calidad de vida de las personas que las habitan y que ha sido asumido como la contrapartida de la vida en la ciudad.
En este contexto la Comisión Europea ha establecido como objetivos para mejorar la situación de las ciudades la eliminación gradual de automóviles diesel en 2050 a favor de transportes y de una logística urbana de emisiones cero en los principales centros urbanos para 2030. La celebración de la semana europea de la movilidad, del 16 al 22 de septiembre, es una llamada a la reflexión sobre el modo en que afrontamos nuestros desplazamientos. El lema para este año “Movilidad Inteligente. Economía fuerte” quiere destacar el impacto positivo que una movilidad inteligente puede tener sobre la economía, no solo desde el punto de vista monetario sino también de la calidad de vida.
Existen numerosas pautas de movilidad para reducir el impacto del automóvil en busca de una movilidad más sostenible. Entre ellas podemos encontrar la reducción de la velocidad en áreas urbanas y en vías de acceso a las grandes ciudades, reducir el uso privado del automóvil mejorando su gestión con sistemas de car sharing, medidas para el fomento del transporte público y del no motorizado con carriles Bus/VAO y carriles bici y sistemas de transportes públicos que permitan la intermodalidad, como combinación de varios transportes para ofrecer una solución puerta a puerta.
Ejemplo de intermodalidad. http://www.mobilityweek.eu/about-mobilityactions/
El uso de transportes basados en hidrógeno tanto de manera particular como en transportes públicos refuerzan y amplifican las ventajas y mejoras ofrecidas por las soluciones hacia una reducción del impacto del automóvil. Los vehículos de hidrógeno carecen de emisiones de contaminantes como NOx, CO2 y partículas, emitiendo únicamente vapor de agua. Tienen un funcionamiento silencioso y la obtención del combustible puede ser en base a sistemas de energías renovables. Existen numerosas experiencias y proyectos piloto sobre la implementación de estas tecnologías que se encuentran listas para su despliegue y que junto con el impulso de las administraciones contribuirían de una manera notoria a la consecución de una movilidad sostenible para todos.
Carlos Merino Rodríguez
Jefe de la Unidad de Simulación y Control